Bertolt Brecht

"El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales."

02 marzo 2011

Cuento: Coincidencias

Caminaba, con ese vestido negro que tanto me gusta, salí apurada con la cartera abierta, pensando que algo se me quedó en la oficina, entre que guardo mi celú  y que la luz del semáforo cambiaría pronto, se caen mis lentes y no me doy cuenta, Entonces apareces de  la nada, con esa mirada transparente, me entregas esos lentes que traviesamente se dejaron caer, quizás a la espera de esas coincidencias que te hacen pensar que los "astros" se confabulan para que ese encuentro inesperado, por fin sucediera.
Por un par de segundos esas miradas sospechan que alguna vez hemos intercambiado reflexiones insomnes.
Enmudecidos, ninguno de los dos pregunta "Te conozco?"
Volvemos a pasar una y otro vez, día a día por esa esquina, con la secreta esperanza de volver a coincidir.
Lo que yo no sabía es que junto a mis lentes, ese día, también cayó mi tarjeta que atesoraste secretamente y que nunca te atreviste a tomar el fono y llamar "Soy yo, el que encontró tus lentes", sin embargo pasabas frecuentemente por el mismo lugar, lamentando no haberme preguntado, "eres expolilla?", hasta que un día ...
Me atrevo a volver a pasar por aquella bella esquina, porque ahora es bella, porque fue el día en que te "conoci" (como diría la canción). Reconozco que te observé y te ví caminar por esas calles, más te evité, no sé por qué, o tal vez sí lo sé, pero no quiero reconocerlo ahora.
Caminaba y caminaba absorta en mis sueños que no me doy cuenta que venías en sentido contrario, chocamos, se caen tus libros y reconozco entre los papeles mi tarjeta, un escalofrío recorre mi cuerpo
y lentamente alcé la mirada .... Eras tú... nuevamente en mi camino.


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